La Unión Europea tiene por objetivo descarbonizar el parque residencial en el 2050, pudiéndose actuar en dos líneas: El fomento de la rehabilitación energética y el incremento de energías renovables en el mix. La segunda está encaminada si tenemos en cuenta que el 2024 fue record por aportar las renovables el 56% del total de la electricidad generada, pero debemos seguir actuando hasta la eliminación total de los combustibles fósiles que, en el ámbito doméstico, suponen el 40%.
El anticuado parque residencial español tiene 26.623.708 viviendas, de las que el 70% son ocupadas de forma regular y el 30% de uso esporádico o vacías (INE 2021). Teniendo en cuenta los consumos de servicios básicos, el INE estima que el número de viviendas vacías es de 3.837.328, el 14,41% del total. La mayoría construida antes de los 80, es decir, sin ningún tipo de regulación de condiciones térmicas de los inmuebles, y el 81% del total con calificaciones energética E, F o G, las peores de las posibles. El estado de las instalaciones es otra variable a tener en cuenta; la Fundación Mapfre estima que el 30% de las muertes por incendios son a consecuencia del mal estado de la instalación eléctrica.
La situación expuesta, junto con el hecho de que el sector residencial es el tercer responsable de emisiones de gases de efecto invernadero y la baja tasa de renovación del 0,08% en España, frente al 2,01% de Francia o el 0,77% de Italia, hace que se realicen planes para llegar al objetivo exigido.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), desarrollado por varios países de la Unión Europea, incluye varios componentes clave como la reducción de emisiones, el aumento de uso de energías renovables, mejora de la eficiencia energética, economías más sostenibles y menos dependiente de combustible fósiles. Esto se traduce en que la tasa de rehabilitación debería ser de 300.000 viviendas anuales, alcanzando 1.300.000 en 2030 y pasar de emisiones de 25.293 MtCO2eq en 2020 a 13.519 MtCO2eq en 2030. En el periodo 2010-2022 se ha reducido el consumo energético doméstico en un 15,76% según IDAE.
Las medidas se concretan en rehabilitación energética, edificios de consumo casi nulo (nZEB), fomento de las renovables en autoconsumo y la generación distribuida, mejora de la eficiencia energética, favorecer las redes de distrito para climatización, la investigación, los edificios inteligentes para gestionar la demanda y las medidas de análisis de ciclo de vida de los edificios, apoyado por medidas económicas, fiscales y financieras.
La Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE) pretende mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones del sector residencial con el horizonte del 2050. Tiene por objetivos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para 2030 y el consumo un 37,3% para 2050 respecto de los niveles de 2020.
La directiva 2024/1275 establece la necesidad de duplicar la renovación energética de 35 millones de edificios en 2030 y reducir el consumo energético, ya que los edificios son responsables del 40% (36% GEI), para conseguir un parque descarbonizado en 2050.
Certificados de eficiencia energética, pasaportes de renovación (hoja de ruta de la renovación de un edificio) y contratos de renovación a largo plazo (planificación de intervenciones), son algunas de las estrategias establecidas.